A los 30 mi cutis cambio radicalmente, las hormonas se revolucionaron y decidieron hacer de las suyas.
Siempre he tenido la piel sensible, muy blanca, pero nunca he tenido granos, alguno puntual, pero nada dramático, ni tampoco tuve acné en la adolescencia, ni cuando me venía la regla. Si que es verdad que me ponía rojita con facilidad, por ahí asomaba la rosácea, pero no al punto de tener un brote de acné con rosácea.
Un cuadro.
En ese momento piensas, ¿porqué no me ha salido en el culo? Pondría remedio igual pero iría más segura por la vida.
Fue una temporada difícil, quien haya pasado por esto (granos en la cara, acné o alguna afectación cutánea) me entenderá.
Primero probé con diferentes cremas de la farmácia, aguas micelares, sérums calmantes… también hice algún tratamiento natural en una esteticista de confianza. Todo lo que me recomendaban me lo compraba y lo hacía.
En ese momento, lo más importante para mi era que se solucionará cuanto antes y volver a mi estado natural, pero todo lo contrario, todo lo que hacía no me ayudaba e incluso empeoraba por momentos.
También notaba que según lo que comía se ponía peor, la alimentación tiene más que ver de lo que nos pensamos. A día de hoy ya tengo controlado lo que me altera la piel.
Total que fui al médico de cabecera a ver si me derivaba al dermatólogo, pero era demasiada espera.. mi doctora me recetó una pomada, que al menos me calmaba la piel, pero el brote de rosácea con acné seguía ahí.
Así que decidí ir al dermatólogo privado (el primero me hizo todas las pruebas habidas y por haber, descubrí que tenía el cortisol por las nubes, entre otras cositas...) pero mucho hacer y poco solucionar.
Así que visto el éxito, decidí probar otro centro dermatológico y di con la que fue mi salvadora, mi dermatóloga oficial, le estoy tan agradecida, no la cambio por nada en el mundo, quien haya pasado por esto, me entenderá :)
Por cierto, si necesitas a una buena dermatóloga (tú o algún familiar, amiga/o, conocida/o...) escríbeme y te digo su nombre, ella tiene consulta en Barcelona, pero mis primeras consultas fueron online por el COVID, así que a lo mejor si eres de fuera te pueda atender online, todo es preguntar.
Todo esto te lo cuento porque hace en julio llegó a mi vida Ringana, una marca de cosmética 100% natural, fresca, libre de químicos, sin disruptores endocrinos, sostenible, ética, vegana, con sustancias activas puras.
Sí, a mi también me sonaba muy bien cuando me lo explicaba una chica súper segura e entusiasmada por la marca, pero claro, yo solo pensaba: ahora que llevas unos años con la piel estable, aunque con algún brote puntual, pero cada vez menos y con rápida solución por parte de mi dermatóloga, ¿te la vas a jugar? ¿estás segura?.
Así que antes de probar nada quería asegurarme, a la que fue mi salvadora, mi dermatóloga, le envié un email haciéndole la consulta y mejor te adjunto su respuesta en imagen, porque cómo bien sabes, una imagen vale más que mil palabras.
No quiero alargarme, por eso continuaré próximamente, sin olvidar mis cartitas cómo dietista, pero al final todo se une.
Porque cómo nos cuidamos por fuera también es súper importante y es una parte integral del cuidado personal global.
Agradecerte si has leído hasta aquí.
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Pd.: Por cierto, la chica que me habló de la marca Ringana, tan segura y entusiasmada, ahora es mi mentora y cada día la adoro más, seguramente lea esta carta, le envío un súper abrazo virtual, que espero pronto dárselo en vivo. GRACIAS.
La respuesta a mi pregunta, de si me recomendaba la marca para mi tipo de piel:
Que ilusión esta respuesta, al fin puedo probar cosmética nueva sin preocuparme de si me alterará la piel ¡Yuhu!
Repasar la carta 3 veces antes de publicarla (como buena perfeccionista) ver que no habían faltas ortográficas, publicarla, volver a leerla por encima y ver 3 faltas que dejo por aquí corregidas, para mi paz mental y para que mi toc se vaya a dormir a gusto:
Rebeló* Cambió* porque en julio llegó*
Ahora sí. Buenas noches.